Ante la ola de rapiña registrada tras el paso del huracán Odile en Baja California Sur, se implementó un operativo con más de mil elementos federales (Gendarmería), estatales y municipales, así como militares en Los Cabos y La Paz.
El secretario general de Gobierno, Andrés Córdova Urrutia, afirmó que “no habrá tolerancia y la persona que sea sorprendida cometiendo actos de rapiña, aprovechando la situación de emergencia, será sancionada con forme a la ley”.
A través de un comunicado, dijo que con la participación de todas las corporaciones de seguridad pública se está desarrollando una estrategia que garantice una mayor tranquilidad de los ciudadanos y la seguridad de sus bienes.
Adelantó que “se están instalando filtros de revisión en las carreteras a la salida del municipio de Los Cabos y a la entrada de La Paz, pues no se hará de tener ningún tipo de tolerancia en actos de rapiña”, y fue insistente en que quien sea sorprendido deberá responder ante la ley.